Estos tres pintores celebres JOSE MARIA ESPINOSA de Bogotá, ANDRES DE SANTAMARIA de Bogotá y Héctor Osuna de Valparaíso aunque excelentes pintores , las circunstancias por las cuales llegaron a ejercer sus profesiones fueron distintas pues persecución les fue dada en muchas ocasiones muchos de estos pintores tuvieron que pasar por situaciones difíciles para poder alcanzar sus metas propuestas como llegar a ser reconocidos en la historia que hoy se habla de ellos uno de ellos JOSE MARIA ESPINOSA realizó sus primeros apuntes y caricaturas en una barbarie pues a sus 14 años emprendió el servicio militar esto promovido por el gobierno comandado por Antonio Nariño lo cual obligaba a todo hombre varón del ese entonces a vincularse a las luchas por la independencia.
El 1 de enero de 1813, el 30 de junio de 1816 fue hecho prisionero, al finalizar la acción de la Cuchilla del Tambo, en el departamento del Cauca, que marcó la derrota del ejército patriota. Luego de ser quintado para ser fusilado (se escogía al azar un prisionero de cada cinco para enviarlo al patíbulo), logró huir, el 8 de diciembre de 1816. Mientras estuvo preso, y durante sus correrías como prófugas, aprendió técnicas pictóricas con los indígenas. Acogiéndose a un indulto real promulgado por el pacificador Pablo Morillo, resolvió entregarse a las autoridades españolas en 1819, lo que le permitió regresar a Bogotá e instalarse allí hasta su muerte. Como no recibió la pensión de veterano de la Independencia, a que tenía derecho, se dedicó a retratar a las familias adineradas de la capital, en especial con la técnica de la miniatura. Más tarde se convirtió en pintor del Libertador Simón Bolívar. , Espinosa no sólo elaboró piezas de gran hermosura en la historia del arte nacional, sino que aportó a la historia testimonios de valor documental
El tratamiento del paisaje en estos cuadros históricos indica la influencia de pintores viajeros del siglo XIX, particularmente del barón Antonio Gross, Albert Berg y Frederich Edwin Church. Espinosa fue autor de varios editoriales del Diario de Cundinamarca, publicación que más tarde fue excomulgada por la Iglesia.
Como caricaturista, Espinosa pintó en aguada y a la acuarela a los personajes de su época y a los habitantes de las calles santafereñas
. Su notable talento como dibujante, su línea variada y de gran sensibilidad, su aguda mirada sobre los acontecimientos de su tiempo, su indudable sentido del humor y la ironía, le facilitaron la práctica de la caricatura política y social, géneros en que realizó numerosas obras, la mayoría de las cuales son actualmente propiedad de la Biblioteca y del Museo Nacional de Colombia.
El 1 de enero de 1813, el 30 de junio de 1816 fue hecho prisionero, al finalizar la acción de la Cuchilla del Tambo, en el departamento del Cauca, que marcó la derrota del ejército patriota. Luego de ser quintado para ser fusilado (se escogía al azar un prisionero de cada cinco para enviarlo al patíbulo), logró huir, el 8 de diciembre de 1816. Mientras estuvo preso, y durante sus correrías como prófugas, aprendió técnicas pictóricas con los indígenas. Acogiéndose a un indulto real promulgado por el pacificador Pablo Morillo, resolvió entregarse a las autoridades españolas en 1819, lo que le permitió regresar a Bogotá e instalarse allí hasta su muerte. Como no recibió la pensión de veterano de la Independencia, a que tenía derecho, se dedicó a retratar a las familias adineradas de la capital, en especial con la técnica de la miniatura. Más tarde se convirtió en pintor del Libertador Simón Bolívar. , Espinosa no sólo elaboró piezas de gran hermosura en la historia del arte nacional, sino que aportó a la historia testimonios de valor documental
El tratamiento del paisaje en estos cuadros históricos indica la influencia de pintores viajeros del siglo XIX, particularmente del barón Antonio Gross, Albert Berg y Frederich Edwin Church. Espinosa fue autor de varios editoriales del Diario de Cundinamarca, publicación que más tarde fue excomulgada por la Iglesia.
Como caricaturista, Espinosa pintó en aguada y a la acuarela a los personajes de su época y a los habitantes de las calles santafereñas
. Su notable talento como dibujante, su línea variada y de gran sensibilidad, su aguda mirada sobre los acontecimientos de su tiempo, su indudable sentido del humor y la ironía, le facilitaron la práctica de la caricatura política y social, géneros en que realizó numerosas obras, la mayoría de las cuales son actualmente propiedad de la Biblioteca y del Museo Nacional de Colombia.
Liliana Patricia Campos Franco
Economia
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