miércoles, 23 de noviembre de 2011

El taller del pintor: Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos

por: Lizeth Johanna Tenorio A.

En el museo de arte colonial se encuentra esta exposición, que no solo nos deja ver toda la obra artística de Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos, sino también nos da ideas acerca de cómo era la vida de los pintores de los siglos XVI y XVII.
La exposición  se ubica en el segundo piso del antiguo claustro, entrando a la sala hay una línea del tiempo donde se relacionan los principales eventos históricos de la Nueva Granada, de España y la vida los pintores, después se encuentran otros datos históricos, como, los inicios de los pintores en América, quienes eran hijos de españoles que tenían que ver con el oficio, ellos pertenecían a la clase de los artesanos, pintaban lo  que les encargaban, tenían que hacer un contrato por escrito, la mayoría eran contratos para pintar obras para la iglesia.
A continuación estaba una puesta de cómo eran los talleres de los artistas de ese tiempo, en los talleres tenían un maestro pintor, aprendices oficiales y jóvenes aprendices, también está cómo eran los utensilios que usaban. Ellos, primero hacían bocetos de los que pintarían por perfiles y después los pasaban a las obras de arte que conocemos, algunas de ellas son en tela y otras de madera. También se encuentran, los materiales que se tenían a la mano en la época pintar, los cuales eran: acetite de linaza (para rendir la pintura), óxido de hierro (ocre y otro colores), carbón (negro), carbonato de plomo (blanco), carboncillo y pelo de animal (para hacer los pinceles).
Después estaba la galería de obras de Gregorio Vásquez, donde se encuentran sus principales obras como: La virgen orante (oleo sobre madera), Muerte de San Francisco Javier (oleo sobre tela), El abad Joaquín de Fiore muestra los retratos anticipados de Santo Domingo y San Francisco  y Heliodo azotado por los ángeles, algunos de ellos se encontraban con su respectivo boceto, lo cual hacia aun más interesante la obra pues se ve el talento de todos estos personajes .
En el primer piso del museo, también, hay una sala, esta se divide en varios compartimentos, donde en están ubicados cuadros del siglo XVII y XVIII, varios objetos de la época como zapatos, cobre, sillas, sillas de montar, adornos para las cabeza de las mujeres, muestra de la vestimenta que se usaba y de tallados en madera que hacían nuestros indígenas en la época de la colonia, entre otros.
La obra que mas me llamo la atención, fue La santísima trinidad, del siglo XVII, hecho en oleo sobre madera. Representa el dogma de la trinidad de la fe cristiana, es una obra que ha sido muy discutida, que causo mucho revuelo en el tiempo que fue pintada por la interpretación  del autor, pues según en dogma, son tres  personas diferentes y un solo Dios verdadero. Por la crítica que provoco tuvo que ser repintado para que no se viera todos los matices del cuadro original. Fue restaurada en 1988, con lo cual se pudo ver en su esplendor. De la obra, me causo mucha curiosidad la interpretación del autor sobre el tema, punto álgido para la iglesia y la manera de expresarlo con el pincel, pues es muy curiosa e interesante.
La visita al Museo de arte colonial, es una gran experiencia pues no solo su sede es actualmente patrimonio cultural, sino que guarda en su interior grandiosas obras de arte, que vale la pena conocer, valorar y velar porque se conserven para las próximas generaciones, quienes también tienen derecho de conocer nuestros inicios en el arte.

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