miércoles, 23 de noviembre de 2011

Francisco Jose de Caldas

Francisco José de Caldas
(Popayán, 1768 - Santafé de Bogotá, 1816)
Geógrafo y naturalista, primer científico colombiano. Realizó sus estudios de Latinidad y Filosofía en el Colegio Seminario de Popayán, bajo la dirección de José Félix de Restrepo.
Miembro de la segunda generación de ilustrados hispanoamericanos, Francisco José de Caldas, llamado "el Sabio", mostró desde niño gran interés por las matemáticas, las ciencias físicas y la astronomía. En 1788 se trasladó a Santafé de Bogotá y terminó, en 1793, sus estudios de Derecho en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. Al concluir su ciclo de estudios superiores, Caldas se radicó en Popayán, donde se dedicó a manejar los negocios de su familia y a la labor de comerciante, actividades en las que no tuvo mayor fortuna. Una vez que terminó sus estudios de Derecho, se dedicó a investigar y profundizar, por su cuenta y sin muchos recursos bibliográficos y técnicos, en las ciencias que más le gustaban.
Caldas aprovechó sus actividades económicas, centradas en la región aledaña a Popayán y en el Ecuador, para determinar la latitud, la longitud y la altitud, así como observar la geografía, la topografía, la astronomía, las costumbres, la medicina y la arqueología de tales lugares. Su equipo de trabajo básico se componía de un barómetro, una brújula y un termómetro. Cuando no conseguía los instrumentos que necesitaba los construía él mismo: fabricó un gnomón, un cuadrante solar y otros instrumentos de medición.
Después de diversos experimentos observó que "la temperatura del agua destilada, en ebullición, es proporcional a la presión atmosférica", nueva ley física que le permitió medir las alturas mediante nuevos procedimientos y que sería utilizada después por Humboldt, quien sorprendentemente se olvidó en este caso del inventor. El denominado hipsómetro, instrumento por él inventado, sirve para medir la altitud de un lugar, observando la temperatura que alcanza en ese sitio el agua cuando empieza a hervir.
Entre 1793 y 1801, Caldas continuó con su vida de comerciante, y en los ratos libres adelantó la de científico. Pero, debido a las dificultades que tenía para continuar sus estudios de astronomía, pues no contaba con un equipo lo suficientemente completo, y quizás influenciado por el socio comercial de José Celestino Mutis, José Ignacio de Pombo, decidió emprender el estudio de la botánica.
Tras permanecer tres años y medio de estudio e investigación en Ecuador, en 1804 Caldas publicó Viaje de Quito a las costas del océano Pacífico por Malbucho y Viaje al corazón de Barnuevo. Al año siguiente se vinculó como astrónomo a la Real Expedición Botánica y fue nombrado director del Observatorio Astronómico de Santafé. El año 1808 fue el más importante de su vida: comenzó la publicación del Semanario del Nuevo Reino de Granada, que posteriormente completaría con las Memorias. En 1810 se casó con María Manuela Barona.
Con la llegada de la Independencia, Caldas se dedicó al estudio de la ciencia militar, ya que el presidente Nariño lo nombró capitán del Cuerpo de Ingenieros Cosmógrafos y después se le encargó la publicación del Almanaque de las Provincias Unidas del Nuevo Reino de Granada y otras misiones, pero la guerra contra los españoles lo contó entre sus víctimas. Cuando la capital cayó en manos de los realistas, huyó al sur y se refugió en la hacienda familiar de Paispamba, donde fue apresado y remitido, junto con otros patriotas, a Santafé. El primer científico colombiano fue condenado a ser fusilado por la espalda, ejecución que se aplicó el 29 de octubre de 1816. El presidente del tribunal que lo juzgó dijo por su cuenta aquello de que "España no necesita de sabios"; pero España se sintió más tarde avergonzada de la incultura y crueldad de su representante y dedicó al ilustre Caldas una placa de mármol en la Biblioteca Nacional de Madrid.
El sacrificio del catedrático Francisco José de Caldas  que por su alta significación científica en la historia del país, reviste especial relieve. Caldas había sido colegial y era profesor y consiliario del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario en los momentos en que se agitaba la inquietud independentista. Tomó las armas en defensa de la libertad y creó el pequeño Cuerpo de Ingenieros Militares de la republica que nacía; pero en los trágicos momentos de la reacción realista en 1816, fue encarcelado en el mismo colegio de donde era consiliario y donde por largo tiempo había enseñado la matemática. Condenado a muerte, el 29 de Octubre de 1816 salió de allí para siempre, camino del patíbulo.



Retrato



Pared del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario



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